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La cifra de niños de la calle en Guatemala varía entre 1.500 y 5.000, la mayoría de los cuales residen en Ciudad de Guatemala. Las niñas constituyen entre 20 y 30 por ciento de los niños de la calle de Guatemala. (Puedes ver más información en Estadísticas)

Los niños de la calle son aquellos para los que la calle, más que su familia se ha convertido en su verdadero hogar, una situación en la que no existe protección, supervisión o dirección por parte de adultos responsables.

En Guatemala, la mayoría de los niños de la calle que vemos viven y duermen en la calle, se refugian en parques, bajo escaleras o en portales. Unos cuantos duermen en hoteles baratos donde pagaban un cuarto haciendo un fondo común entre amigos. Otros pasaban los días en la calle y volvían a sus casa a dormir.

Muchos de los niños de la calle de Ciudad de Guatemala están en edades comprendidas entre los diez y los diecisiete años, en su mayoría el resto tienen dieciocho años o más, y sólo el tres por ciento son menores de diez años. La mayoría viven en el área centro de Ciudad de Guatemala, y más del sesenta por ciento son de la misma Ciudad de Guatemala.

Aunque existen niños de la calle en otras ciudades guatemaltecas, los programas de promoción y acogida no gubernamentales están concentrados principalmente en Ciudad de Guatemala. En ninguna parte del país existen programas gubernamentales para niños de la calle. Y esto es preocupante, ¿no crees?

No sé tu pero a mí se me parte el alma ver eso en éste país tan bello, tan lleno de culturas, lleno de tantas bellas imagenes, lleno de folklore, pero a la vez tan lleno de caritas tristes y sucias.

Te imaginas a alguien con el talento de escribir, vendiendo algunas publicaciones que aunque no lo lleven a la fama y a las riquezas sí pueda recibir lo suficiente para dar educación apadrinando a un niñó por un año, para unos cuantos útiles escolares, unos cuadernos, unos lápices, un par de zapatos.
Te imaginas a ti mismo dando algunas charlas a tu grupo de amigos, tocando música, o talvez cantando, u organizando con tus amigos un campeonato de papi fut-bol o baloncesto para obtener recursos que aunque resulten pocos talvez sí sean suficientes para lograr la sonrisa de uno de estos pequeños por tener al fin un libro nuevo en sus manos o un par de zapatos.






¿Te imaginabas que podríamos hacer tanto?

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